Rehabilitación Consultorio Orce
El consultorio médico de Orce se encuentra situado en la antigua Casa del Médico. Tiene una gran carga simbólica para la población: la actuación tratará de recuperar la imagen y poner en valor el edificio, además de reducir el consumo energético no renovable, tendiendo a la autosuficiencia.
En 1996 se transformó la vivienda y consulta para adaptarlas a los estándares del momento, pero con materiales medios que ya se encuentran deteriorados -sobre todo la solería- y que produjo unos espacios de baja calidad. El aislamiento es algo deficiente, especialmente en la cubierta, las carpinterías son obsoletas y el suelo está directamente en contacto con el terreno, lo que hace que la climatización dependa en gran medida de un consumo elevado a través de máquinas de aire acondicionado y una caldera de gasoil. También existe una demanda para la adaptación de los servicios y de un espacio flexible para charlas y talleres sobre salud pública.
Se propone, por tanto, una intervención encaminada a solucionar los problemas espaciales y que las actuaciones tengan un doble resultado de mejora ecológica y funcional:
– Desmontado de las cubiertas para recuperar los elementos de madera -y las mismas tejas- y colocar aislante térmico de fibra de madera hidrófugo, que junto a un trasdosado interior con el mismo material -que puede enlucirse directamente- y aislante rígido en el suelo, creará una envolvente interior continua, evitando los puentes térmicos.
– Eliminación el falso techo, permitiendo una altura suficiente para un espacio público, poniendo también en valor las características constructivas tradicionales.
– Instalación de un suelo radiante alimentado por aerotermia, con un pavimento de microcemento que, con la reordenación de las particiones, completará la renovación interior del edificio.
– Sustitución de las carpinterías actuales por otras de marco de madera y triple vidrio. Además, se utilizará el gran alféizar de los huecos para crear una caja de madera característica, señalando la intervención actual pero respetando el conjunto existente, para colocar lamas que controlen el asoleamiento.
– Invernadero adosado con envolvente de policarbonato celular que actuará como acumulador térmico en invierno y como porche para sombrear (manteniéndolo abierto) en verano; además, aprovechará la orientación óptima de la cubierta para colocar placas fotovoltaicas que cubran las necesidades energéticas del edificio.